
El impacto emocional que dejó The Last of Us Part II en su estreno para PlayStation 4 en 2020 aún resuena entre los fans de los videojuegos narrativos. Naughty Dog, conocida por su maestría en combinar narrativas cinematográficas con mecánicas sólidas, ha reabierto el capítulo más oscuro de su franquicia insignia, ahora con una remasterización que no solo pule lo técnico, sino que amplía la propuesta de juego. Esta vez, la historia de Ellie y Abby pisa fuerte en el ecosistema de PC, expandiendo su legado y su alcance a una nueva comunidad de jugadores.
Este análisis detallado explora cada elemento de esta edición, que más allá de ser un simple “port”, se convierte en un redescubrimiento emocional y técnico. Si jugaste la versión original, esta remasterización te hará mirar con otros ojos los matices que antes tal vez pasaron desapercibidos. Y si eres nuevo en esta historia, prepárate para un viaje inolvidable.
Un port trabajado: no es solo lo mismo con más píxeles
Cuando una franquicia tan relevante da el salto de consola a PC, hay mucho en juego. Lo primero que destaca es que The Last of Us Part II Remastered no fue lanzado como una adaptación superficial. Naughty Dog trabajó junto a Iron Galaxy para optimizar el motor gráfico a las exigencias de la plataforma, asegurando una experiencia sólida incluso en configuraciones medias.
Con soporte para tecnologías como NVIDIA DLSS 3 y AMD FSR 4.0, la optimización logra un rendimiento notable, permitiendo jugarlo de manera fluida incluso con tarjetas de gama media. También se han incluido opciones para monitores ultraanchos, una mejora visual que transforma la experiencia en escenarios como Jackson o la desolada Seattle.

La estabilidad es alta, con escasos bugs y tiempos de carga muy reducidos. Además, las opciones gráficas personalizables permiten adaptar la experiencia visual a las necesidades del usuario, algo indispensable en el ecosistema PC. Las mejoras de texturas, iluminación dinámica y reflejos en tiempo real no solo embellecen el juego, sino que refuerzan la inmersión en su mundo gris y emocionalmente complejo.
Narrativa: un descenso al alma humana
Aunque la historia se mantiene idéntica a la versión original, su impacto no se ha diluido con el tiempo. De hecho, ahora con resoluciones más altas y una presentación más nítida, cada mirada, cada cicatriz, cada momento de tensión entre los personajes gana nueva profundidad.
La dualidad entre Ellie y Abby sigue siendo uno de los movimientos narrativos más audaces del medio. Naughty Dog no teme incomodar al jugador, empujándolo a reflexionar sobre el ciclo de la venganza, la pérdida de la inocencia y la dificultad del perdón. Lejos de una narrativa lineal simple, esta es una historia compleja, incómoda y que plantea más preguntas que respuestas.
Volver a este relato desde la perspectiva de una nueva plataforma es, en muchos sentidos, volver a revivir una herida. Pero es precisamente eso lo que hace a este juego tan potente. No quiere ser cómodo. Quiere ser recordado.
Jugabilidad pulida y con capas adicionales
La estructura jugable se mantiene fiel a lo que ya conocemos, pero la experiencia en PC se ve beneficiada por la posibilidad de usar teclado y ratón o configurar con precisión cualquier tipo de mando compatible. Este nivel de personalización añade una sensación de control más precisa, especialmente en momentos de sigilo o combate intenso.

El sistema de exploración sigue ofreciendo escenarios amplios pero contenidos, donde el sigilo, la administración de recursos y la estrategia juegan un papel fundamental. Cada enfrentamiento puede resolverse de múltiples formas: puedes pasar desapercibido, arriesgar un tiroteo directo o usar el entorno a tu favor con trampas improvisadas. Es esta flexibilidad lo que mantiene cada partida fresca y diferente.
El modo “Sin retorno”: una propuesta inesperadamente adictiva
Una de las grandes novedades de esta remasterización es el modo Sin retorno, una modalidad roguelike que presenta combates generados aleatoriamente con diferentes personajes jugables. Es un cambio de ritmo interesante respecto a la historia principal, y permite disfrutar del gameplay puro sin la carga emocional de la narrativa.
Cada personaje ofrece estilos de juego únicos, lo que incentiva a probar combinaciones, armas, habilidades y estrategias. Este modo no solo alarga la vida útil del título, sino que también resulta ideal para quienes quieren “jugar por jugar” sin embarcarse en el drama emocional de la campaña.
Contenido eliminado y comentarios del estudio: una joya para fans
Otra de las incorporaciones destacadas es la inclusión de niveles que no llegaron a formar parte de la versión final del juego. Se presentan con comentarios del equipo de desarrollo, lo que aporta contexto sobre las decisiones creativas detrás de cada escena, cada diálogo y cada estructura narrativa.
Este extra no es algo menor: ofrece una ventana al detrás de cámaras de un juego que ha sido intensamente debatido. Entender por qué se eliminaron ciertos momentos o cómo se pensaron determinados giros narrativos, enriquece aún más la experiencia para los más apasionados.
Accesibilidad ejemplar y personalización sin límites
Como ya es tradición en Naughty Dog, la accesibilidad es una prioridad. El título incluye decenas de opciones de personalización para jugadores con discapacidades visuales, auditivas o motoras. Desde asistencia de navegación hasta modos de contraste alto y subtítulos personalizados, todo está diseñado para que el mayor número de personas posible pueda disfrutar de la experiencia.

A eso se le suma un detallado menú de ajustes de rendimiento, controles y ayudas, lo que permite crear una experiencia casi a medida. Esta inclusión no solo es técnica, sino ética: pone al jugador en el centro y demuestra que el gaming puede (y debe) ser inclusivo.
Conclusión: una versión que honra el legado y abre nuevas puertas
The Last of Us Part II Remastered en PC no es simplemente una reempaquetación de un clásico moderno. Es una revisión completa que respeta el material original, pero añade suficiente valor para justificar una nueva partida, tanto para veteranos como para quienes se adentran por primera vez en este universo.
Su narrativa sigue siendo una de las más poderosas jamás vistas en el medio. Su jugabilidad, rica y flexible. Y ahora, con mejoras técnicas, contenido extra y modos alternativos, esta edición se convierte en la versión definitiva del juego.
La llegada a PC no solo representa un hito técnico, sino también un paso más en la democratización de una obra imprescindible. Una historia que duele, que incomoda, que deja huella. Y ahora, más accesible y poderosa que nunca.
NOTA FINAL 8.0