
La industria del videojuego entra en una nueva etapa, y Xbox ya está preparando su jugada. En una reciente entrevista, Sara Bond, presidenta de la marca, reveló que el equipo de Microsoft Gaming ya se encuentra desarrollando lo que será su próxima generación de consolas, y lo hará nuevamente en colaboración con su socio tecnológico de confianza: AMD.
Este anuncio no solo plantea grandes expectativas sobre el futuro de la marca verde, sino que también confirma el compromiso de Xbox con una plataforma de juego que no solo evolucione en potencia, sino también en flexibilidad, servicios y ecosistema.
La alianza tecnológica sigue firme
La relación entre AMD y Xbox ha sido clave desde la era de Xbox One, pero se consolidó plenamente en la actual generación con Xbox Series X y Series S. Ambas consolas comparten arquitectura personalizada de AMD, y según las declaraciones de Bond, el futuro apunta a una cooperación aún más estrecha.
La nueva familia de dispositivos de Xbox buscará superar las barreras técnicas actuales, con mejoras significativas en rendimiento gráfico, tiempos de carga, eficiencia energética y soporte ampliado para nuevas tecnologías como trazado de rayos avanzado, IA en tiempo real y experiencias interactivas a través de la nube.

Un ecosistema más inteligente y adaptable
Lejos de centrarse únicamente en el hardware, Bond dejó claro que Xbox quiere avanzar hacia un entorno mucho más versátil. La idea ya no gira en torno a una consola única, sino a un ecosistema conectado donde los jugadores puedan disfrutar sus títulos desde una consola, una PC, una portátil o directamente desde la nube.
Este modelo se alinea con apuestas actuales como Xbox Cloud Gaming, el crecimiento de Game Pass, y los experimentos con dispositivos portátiles de marcas como ASUS, en los cuales Microsoft también está involucrado. La nueva generación podría incluir diferentes versiones de hardware adaptadas a distintos públicos, manteniendo siempre una experiencia fluida y cohesiva.
“AMD es clave para construir el mañana”
En sus propias palabras, Bond mencionó que están “diseñando la próxima ola de experiencias junto a AMD, enfocándonos en lo que los jugadores realmente necesitan y esperan”. Esta afirmación deja entrever que la apuesta va más allá de la simple potencia: se trata de construir herramientas para desarrolladores, fortalecer los servicios, y ofrecer una plataforma que se mantenga competitiva durante muchos años.
¿Cuándo llegará la nueva generación?
Aunque no hay una fecha exacta confirmada, las proyecciones apuntan a que los primeros anuncios oficiales podrían llegar entre 2026 y 2027. Expertos señalan que Microsoft podría adoptar un modelo de lanzamientos más flexibles, con dispositivos escalables o modulables, sin tener que esperar los típicos siete años de generación.
Además, se especula que la consola principal vendría acompañada de variantes orientadas a la portabilidad o incluso de una fuerte expansión del juego en la nube, reforzando la presencia de Xbox en todos los entornos posibles.

Retos importantes por delante
Si bien la noticia ha generado entusiasmo, no se puede ignorar que Xbox enfrenta desafíos significativos. Los cierres de estudios, dudas sobre exclusividades, y decisiones comerciales poco populares han impactado la percepción pública. Esta próxima generación no solo será una apuesta tecnológica, sino también una oportunidad para recuperar confianza y mostrar una visión renovada del juego.
El enfoque híbrido, la colaboración profunda con AMD, y el deseo de construir un sistema robusto y accesible podrían marcar la diferencia, siempre que logren ejecutarlo con claridad y transparencia.
Se viene una siguiente generación
La próxima generación de Xbox ya está en desarrollo, y Sara Bond lo ha dejado claro: será una evolución completa, más allá del hardware. La alianza con AMD servirá como columna vertebral de una estrategia centrada en la expansión, la innovación y la accesibilidad. En una industria donde el futuro se escribe a través del juego en la nube, los modelos de suscripción y la interoperabilidad entre plataformas, Microsoft quiere adelantarse con una propuesta que combine fuerza bruta y adaptabilidad. Ahora, la pregunta clave es: ¿será esta nueva etapa suficiente para volver a poner a Xbox en el centro de la conversación global del gaming? El tiempo, y los jugadores, tendrán la última palabra.