
El estudio británico World Makers regresa con una secuela cargada de tensión psicológica y paranoia: Deceit 2. Este título, lanzado para PC y consolas de nueva generación, apuesta por una mezcla de terror cooperativo, mecánicas sociales y habilidades asimétricas que desafían la percepción y la comunicación entre jugadores. ¿Qué lo hace especial? Su capacidad de convertir a tus aliados en amenazas ocultas en cualquier momento.
Dinámica de juego: Confianza bajo sospecha
En una partida de 6 a 9 jugadores, el objetivo parece sencillo: escapar de una instalación aislada. Pero las apariencias engañan. Algunos jugadores son asignados como Infectados, cuya misión es eliminar al resto sin ser descubiertos. Los demás, los Inocentes, deben trabajar juntos para encontrar una salida, recolectar recursos y sobrevivir. La clave está en identificar quién es quién antes de que sea demasiado tarde.
A esta fórmula se le suma un tercer rol: los Malditos, personajes que, sin estar alineados con ningún bando, pueden inclinar la balanza del juego desatando efectos impredecibles y desestabilizando estrategias. Esta nueva capa añade complejidad y obliga a adaptarse a cada situación, ya que la información siempre está incompleta.
Cada personaje puede elegir una subclase, que le proporciona habilidades únicas como visión especial, creación de trampas o apoyo defensivo. Esto convierte cada partida en una experiencia distinta, obligando a los jugadores a explotar sus fortalezas y cubrir sus debilidades como equipo… o a usarlas para sembrar la duda.

Una atmósfera diseñada para el pánico
Deceit 2 abandona los entornos genéricos para llevarnos a lugares cargados de historia y misterio, como el Asilo Milhaven. Cada zona está repleta de detalles visuales, pasillos mal iluminados, sonidos desconcertantes y secretos por descubrir. La ambientación no solo es estética: refuerza el suspenso, dificulta la comunicación y obliga a tomar decisiones rápidas bajo presión.
El apartado visual ha dado un salto notable respecto a su predecesor. Los efectos de luz dinámica, las animaciones y el uso del motor gráfico actual logran sumergir al jugador en un mundo en el que lo paranormal y lo psicológico se entrelazan con naturalidad.

Recepción y oportunidades de mejora
Desde su debut, Deceit 2 ha generado una recepción dividida en la comunidad. Mientras que algunos destacan la evolución jugable y el potencial de sus mecánicas, otros critican la falta de variedad en mapas y ciertos desequilibrios que pueden favorecer a uno u otro rol. En plataformas como Steam, las reseñas se mantienen mixtas, con una comunidad activa que sugiere constantes ajustes.
El modelo de juego gratuito ha permitido una base amplia de jugadores, pero también ha planteado desafíos en términos de monetización y contenido. Aun así, el compromiso del estudio con actualizaciones periódicas es una señal positiva para su futuro.
Conclusión: Una experiencia de engaño que atrapa
Deceit 2 logra algo que pocos títulos del género social y de terror pueden: mantener al jugador alerta, dudando de todo y de todos. Su propuesta no es solo jugar bien, sino pensar como un impostor, actuar con astucia y adaptarse al caos que se desata en cada partida. Con espacio para crecer, especialmente en contenido adicional, el juego ofrece una experiencia sólida, emocionante y psicológicamente desafiante.